Subida al refugio 'El Bolsón'

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Esta parte del recorrido por la pecordillera andina de la 7ª Región del Maule (República de Chile) fue la última de nuestra expedición y la que nos dejó más cansados y con ganas de volver a las comodidades del hogar.
Pero creo que continuaré el posteo comentando el cómo, el cuánto, el con quién y otras interrogantes que pueden nacer de los curiosos que pretendan viajar a esta zona de mi país, especialmente en la época veraniega (el invierno es demasiado crudo y los caminos se cortan indefinidamente).
De partida, con mi amigo de toda la vida, 'el lalo', nos propusimos hace varios años emprender un viaje hacia algún rincón del país. Lo conseguimos recién este 2007, y qué mejor acompañados que por nuestras pololas, Pamela (lalo) y mi niña, completando un grupo muy heterogéneo en carácter y puntos de vista, sobre todo al vivir una experiencia de convivencia casi extrema.
Partimos de Santiago rumbo a la localidad de Molina en un viaje directo por Pullman del Sur: costo del pasaje de ida = 3.000 pesos (USD$5.5 aprox). Salimos desde el terminal Santiago (Metro Universidad de Santiago) y llegamos al terminal de Molina. Luego hicimos una especie de 'transbordo' hacia un terminal para las micros locales para dirigirnos hasta la Reserva Nacional Radal 7 Tazas, específicamente al Parque Inglés, más allá de Radal que viene siendo el último pueblo con servicios básicos. Hay dos empresas que hacen este recorrido, y cobran 1.500 pesos de ida hasta el Parque.
Donde llega la micro existen dos camping administrados por CONAF, los cuales tienen agua caliente y servicio de Informaciones, con caminatas guiadas y asistencia para los turistas.
Nos quedamos en el camping Los Robles ya que era el que quedaba con sitios. Cobran 8.000 pesos (USD$15) el sitio/noche, con un máximo de 4 personas por sitio. Lo bueno de estar en estos campings de Conaf es que mostrando la boleta de la noche es posible acceder a las atracciones turísticas de forma gratuita, además de contar con servicios de aseo constantes tanto en los mismos sitios como los baños. No permiten mascotas eso sí, y nos explicaron que es porque pueden ser elementos que alteran fácilmente el ecosistema debido a sus excrementos y conducta agresiva con las especies nativas. Tampoco permiten fogatas y el fuego permitido para cocinar es el que emplea carbón como combustible.
En el Parque Inglés hay un solo teléfono (satelital), el cual tiene un costo de 500 pesos el minuto a teléfonos fijos y 1000 pesos el minuto para llamadas a celulares, y hay ciertos horarios para emplearlo. Hay dos puestos de ventas de abarrotes y articulos necesarios para los campistas, así como una hostería para almorzar cómodamente. Una colación simple cuesta 1000 pesos, y venden unos MEGA completos preparados en media tortilla, y eso sí que es contundente, jeje...
Lo demás corre por cuenta del visitante y de su capacidad de movilidad de sus pies, ya que hay muchos senderos que recorrer, además de la ruta del río que se extiende por muchos kilómetros y permite llegar hasta los pozones que conforman las 7 Tazas, o bien, algunas pocitas a la altura del parque.
Del recorrido más importante que hicimos (la subida al refugio 'El Bolsón'), lo destacable es la buena señalización y los bellos parajes generados por los diversos cambios de vegetación, el agua que baja por vertientes y ríos, la sequedad y aridez de las zonas de piedra y los constantes desniveles al serpentear las colinas, al menos hasta llegar al refugio. Luego de éste se puede continuar hasta la laguna de las ánimas, pero este tramo ya carece de tan buena señalización (piedras sobre piedras que marcan el sendero), y es fácil perder tiempo tratando de encontrar la huella, sobre todo al pasar el Valle del Indio, donde nos encontramos con valle verdísimo, con una serie de canales que parecieran sacados del amazonas por lo caprichoso de su trazado, además que el agua brota por todas partes y es fácil quedan con las zapatillas completamente embarradas. Ahhh, este es el origen del río Claro de Molina, al cual se le van sumando otros afluentes en su trayecto)
Una vez sorteado este obstáculo se puede continuar ascendiendo hasta encontrar el letrero que señala la ubicación de la Laguna, pero no pudimos llegar a verla ya que la noche nos pilló y tuvimos que acampar en medio de la nada, soportando el viento cálido y arrasador de esta zona cordillerana. Tímidamente me aproximé al inicio de la ruta para subir a la laguna, pero había que seguir un camino en zigzag por una ladera con mucha pendiente y conformada por piedras sueltas y muy agresivas, así que mejor lo pospusimos para una próxima expedición.
Tiempo total de ascenso= 5 horas al refugio y 2 1/2 horas más hasta el cartel de la laguna.
El regreso fue mucho más relajado y fue el momento de la travesía donde tomé más fotografías sin la presión de la tarde anterior de subir antes de que oscureciera.
Y para volver a Santiago seguimos la lógica inversa, micro desde el parque inglés hasta Molina (1500 pesos, aunque sale 2000 pesos si se compra ida y vuelta), y luego Pullman del Sur desde Molina a Santiago = 3000 pesos.
Si hay dudas, con gusto las respondo!