Cemento, Madera y Flores

(Post desfasado 24 hrs)

...Ver entrar el ataúd de suave madera lacada en ese áspero y frío nicho de concreto fue lo que me conmovió.
Los movimientos firmes y bruscos de los encargados del cementerio le dan más crudeza a los ya dolorosos momentos que enfrentamos los espectadores de su funeral. Y claro, si el principal responsable de tal convocación ya no le importa. Él ya no está... perdón, su cuerpo encontró refugio físico mientras que su espíritu es el que permanece intacto en cada una de las personas que lo conocimos.
'Don Larry' está en cada recuerdo y más ahora que escribo estas líneas en el bus con destino a Villa Alemana, sintiendo la luz del atardecer, escuchando el ruido del sistema de ventilación y viendo una bola de fuego atravesar las ventanas...
...Tuve que dar un rodeo para despejar mis ojos de unas lagrimitas... continúo.
Llegó un tiempo después que yo a Silcosil, a la fábrica de muebles, a sus segunda casa, claro que la casa sin comodidades ni privilegios que le brindaba su hogar. Era todo un caballero, jamás le oí emitir algún juicio negativo respecto a su trabajo o a las condiciones en las que laboraba. Sus canas y su figura delgada pasaban por alto cualquier molestia o actitud de desagrado. Siempre con buena disposición y con la chispa de quien se dedica a hacer bien cada cosa que hace.
Tuve el honor de trabajar a su lado y aprender de su oficio, de su visión profesional. Hablo de un verdadero MAESTRO, no uno 'chasquilla' como de esos que hay muchos, incluso con cartón.
Don Larry se tomó en serio cada pega, cada encargo, cada 'cachito' y capricho nacido de este humilde diseñador. No importaba cuan complejo o enredado era el plano ya que al par de horas el asunto estaba listo y funcionando...
Hoy por casualidad supe de su lamentable fallecimiento.
Hubiese deseado ir a la planta y pasar a saludarlo... y es que lo iba a hacer la semana pasada. Maldita costumbre de dejar las cosas para mañana...
No fui y pucha que duele...
Ya no está ahí para saludarlo, para escuchar sus bromas ni para comentar las injusticias de la vida (claro, relacionado obviamente al sueldo y las condiciones de trabajo)
Ahora, saliendo del cementerio sólo quedan los bonitos recuerdos de un evangélico que no hablaba de Jesús porque sí, ni trataba de enchufarle sus creencias a los demás. Solamente bastaba con ver sus acciones para saber que se trataba de una persona íntegra y de valores infranqueables.
En su memoria dedico estas palabras y que reflejan mi admiración por un hombre que no se quejaba ni deseaba el mal a nadie, y que como muchos otros no se les reconocen sus atributos si no hasta cuando parten de nuestro lado.

QEPD
15 septiembre 2008