Pasando agosto debería venir cierto alivio para gran parte de la población adulta digo yo...jeje.
Hace un par de meses habría asegurado que iba a ser un paso tranquilo y casi seguro hacia el mes de la patria, pero mi vida ha experimentado muchos vuelcos en pocas semanas y dudo que el fin de mes se acerque sin sobresaltos. Pero quejarme yo? Ni por un segundo :)
El primer semestre del año lo pasé en una especie de limbo en varios aspectos, siendo un reflejo el término de un proyecto, tal vez uno de los más importantes en los que me había embarcado, pero que será motivo de otros análisis más internos. Por otro lado, mi vida profesional estuvo marcada por una interminable irregularidad, aunque no exenta de desafíos y alguno que otro sabor agradable, sobre todo la parte académica. Me mantuve a flote...
Pero hoy, en pleno agosto siento que esa incertidumbre aflojó y estoy siendo bombardeado por oportunidades, y mejor aún, yo estoy acercándome a éstas.
Lo que sonaba como una mera especulación o una idea sin fecha de culminación, se me ha dado y ahora estoy totalmente involucrado en parte del desarrollo de mi Escuela de Diseño, ésa que tantas veces he sentenciado y enviado a la UTI, pero que a la vez ha sido parte de las mejores cosas que me han pasado tanto personal como profesionalmente.
Hoy tengo la gran y motivante tarea de dirigir y organizar el laboratorio de manufactura digital, e incluso con un técnico a mi cargo. El año pasado critiqué hasta por los codos la labor del anterior responsable y calaramente esa tarea fue mucho más sencilla que la de ocupar un lugar con tanta responsabilidad. Pero bueno, en la cancha se ven los gallos como dicen por ahí.
He sentido el apoyo de muchos colegas y sobre todo de aquellos docentes con los cuales he tenido la fortuna de ejercer las ayudantías, y me han impulsado a desarrollarme más allá de lo pedido para un ayudante convencional. Realmente me siento un académico y lo que es mejor, me gusta serlo.
Decidí ir yo a buscar las cosas y a comprometerme y los resultados ya están a la vista. Es algo que choca frontalmente con la comodidad y la seguridad que me consumían en pasajes anteriores de mi vida, pero que me forzarán a desarrollar nuevas habilidades. Estoy seguro de ello. O sea, a ser más organizado, más perseverante, más responsable conmigo y con los compromisos que estoy asumiendo, y más aún, a planificar mi futuro y proyectar esa costumbre tan humana que es la de formar una familia. ¿Y por qué no?
Quería ir a bailar salsa, pero no encontré partner. ¿Qué hice? Partí solito a la salsoteca y a clases todas las semanas ¿Y por qué no? Chao con la timidez y el estancamiento.
Quiero prestar apoyo a microempresarios... Iré a una reunión con 'Acción Emprendedora' ¿Y por qué no?
Bailar tango? Será cosa de ir a cotizar unas clases semanales y estaré bailando tango dentro de poco.
Quiero producir mis diseños de vajilla... Contactaré a ceramistas y lo demás ya será rutina.
Me dieron ganas de recuperar mis raíces folklóricas y transmitirlas... qué hice? Ya soy parte de una agrupación folklórica y parece que habrá una presentación los primeros días de septiembre. Obviamente que me encantaría estar frente a una gran audiencia cantando o tocando guitarra, jaja, vestido de huaso o de lo que sea; y a ver si resulta el tan anhelado y postergado proyecto rock/grunge con el lalo, mi gran amigazo.
Ya fue mucho el tiempo perdido creo yo. Ahora cada minuto es valioso y es lo que me motiva a tomar desafíos y a ser lo mejor que pueda en cada uno de ellos. Mi ánimo ha mejorado y espero poder transmitirlo a quienes me rodean obviamente. La actividad es el mejor remedio para los momentos tristones y lo he comprobado fehacientemente, además que cada cosa que se hace con ganas y cariño viene plagada de beneficios, como un tornillo sin fin el movimiento genera más movimiento... y el movimiento es la vida misma pues... demasiado profundo :)
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