Esta fue una de las diapos que mostró el ingeniero -experto en tecnologías de la información- Juan Carlos Barroux, en la charla que acaba de dar esta tarde para promocionar el Master en Desarrollo de Productos.
Fue tan poquita gente que casi se transformó en un diálogo con Juan Carlos, cosa que me pareció espectacular a todo esto ya que terminamos conversando de todo a la hora del cafecito (muy rico y las galletas eran de las buenas :). Pero no pudimos dejar pasar la pregunta : ¿Por qué, si confirmó tanta gente, tan sólo llegamos unas 5 personas?
¿Nadie más tiene curiosidad por saber qué tiene de nuevo que contar este preparadísimo ingeniero? ¿Hacía tanto frío como para no ir? ¿Bastará con la formación que entrega la burbuja llamada Universidad como para obviar esta oportunidad de conocer nuevas miradas de nuestra profesión?
Lo de curioso lo tomo como una de mis virtudes, y es que independiente de llegar a tomar el Máster, me interesa saber qué cosas me faltan para convertirme en un Diseñador Real, que esté metido ahí donde las papas queman, agregando valor a la industria y que es algo que mi formación en mi Escuela me generó grandes dudas y lo sigue haciendo. Mi polola dice que siempre estamos aprendiendo pero que yo sigo acumulando conocimientos sin llegar a definirme por un camino estable; que todo es una fuente de aprendizaje, pero que en algún momento hay que tirar el ancla...
La imagen superior es una representación de la gran distancia que veo en mi formación como Diseñador y del largo camino que me queda por recorrer para sentirme seguro con lo que hago, no obstante me ha servido para desenvolverme laboralmente.
Pero quiero más, necesito llegar más lejos y es a la conclusión a la que llego por mi curiosidad. Si me quedara en la casita o entre las paredes de la Facultad ni idea tendría de mi necesidad por mejorar, ni tampoco tendría inquietud por mostrarle a mis 'ayudados' el extenso mundo del cual creo que se privan. En mostrar no hay engaño, jeje.
Ya es la segunda oportunidad en que escucho acerca del vínculo imprescindible entre ingenieros, psicólogos, diseñadores, antropólogos, entre otras profesiones, para poder desarrollar un producto, para INNOVAR realmente y no crear cáscaras basadas en el ultrarchirequetenombrado 'Concepto', dirigido y aprobado (o reprobado) por un profesor que un día se despertó de buena o de mala.
El diseño que agrega valor está lejos de eso y es algo que muchas escuelas no ven a mi humilde entendimiento, y fue uno de los comentarios que mi ex profesor Juan Rojas hizo en mi Facebook, claro que fue más drástico (y lo entiendo) al decir que en las escuelas nos deberían indemnizar por la 'deformación' que nos entregan.
Doy las gracias a Juan Carlos por la amena conversación y a mi polola por ser tan linda, jeje...
PD: y no estaría mal eso de manipular el color del pelo o el tipo de pelo con un simple clic, tendríamos la solución a la tintura, a la poca docilidad y a la falta de pelo.
0 comentarios:
Publicar un comentario