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IDEOTAS en Feria Arte & Glamour

Domingo 2 de Mayo / 12.00 a 19.30 horas
Esmeralda 731
Plaza El corregidor, Bellas Artes, frente al Parque Forestal.
Entrada Liberada

http://ideotastienda.blogspot.com

Tan intacto como su adobe

Esta tarde compartí una tarde familiar, y eso ya es algo inusual, por eso el post, jeje.
Inusual por varias razones... Una de éstas es que hace tiempo que no iba a una en donde estuvieran tíos, primos, sobrinos, mis padres, mi hermana y mi tata. Por lo general tolero hasta las reuniones con mis padres y mis hermanos, aunque igual no duro mucho escuchando las conversas y prefiero retirarme a tocar guitarra o meterme a rhino.
Pero esta vez ocurría un evento que hay que vivir en familia, y que es el anticipo del cumpleaños número 90! de mi abuelo, y pa qué decir lo lúcido y vigoroso que se encuentra :)
Con él construímos la ampliación de la casa de mis papás hace unos 5 años, o sea, hombro a hombro haciendo los cimientos, trasladando carretillas, haciendo la mezcla, poniendo ladrillos... hasta que se le hizo una hernia y quedé solito haciendo el resto (un muro de ladrillos y quedé tirado, jaja).
Fue memorable esa visita y aquella parte de mi vida en que no tenía pega y para no quedar de vago me 'incorporaron' al proyecto, incluso hice aportes sobre dónde debía ir el baño aunque teniendo ciertas diferencias de opinión con mi hermano arquitecto (qué raro ah?, jaja). Pero el momento más tenso fue cuando se me ocurrió la brillante idea de cuestionar la ubicación de un nivel. Mi tata se ofendió tanto que me subió el tono y yo no me quedé callado tampoco, total estábamos de maestro a maestro y no de tata a nieto.
Pensó en irse del proyecto y los días posteriores tuvimos un trato muy frío, pero seguimos unidos trabajando sin tocar el tema, asumiendo que yo había estado en lo correcto.
Ese momento cambió mi forma de verlo, ya que ya no era solamente el abuelo que viene de visita y hay que tratarlo de esa manera, más bien, empecé a conocer parte de mi historia y me llenó de alegría conversar con él, conocer sus aventuras de cuando era joven; aprender ciertas técnicas y trucos para construir de la manera correcta (vale comentar que con el terremoto no hubo ningún signo de deterioro en la ampliación), así como me vi reflejado en algunas de sus conductas e incluso su 'mal genio', jaja.
Me llegó demasiado adentro su presencia y es porque fue mi única oportunidad de convivir con uno de mis abuelos, sintiendo que estaba completando una de las etapas que me faltaban de infancia (de nieto no he sido muy participativo la verdad).
Mi tata se llama David y viene de parte materna, y tal vez por eso que lo siento como mi preferido, porque mi madre siempre lo tiene presente en sus conversaciones (tanto las cosas buenas como las malas), y viví en carne propia algunas de las cosas que ella nos comentaba en la casa.
Pero bueno, esta tarde estuve en su casa construída el año 1948 por sus propias manos, 100% en adobe!... es increíble que haya pasado los peores terremotes en Chile y esté intacta, tan intacta como mi abuelo. Cuando me despedí lo noté emocionado y dentro de mi poca expresividad exterior me sentí muy contento por estar presente y hacerle saber que me importa y que lo quiero.
... Probé algo de la chica casera que preparó, me ayudó a avivar el fuego con unas maderas que tenía por ahí; me mostró el estado de los pilares del parrón después del terremoto, supe que de joven era maestro para bailar tango! jaja; y con el abrazo que nos dimos me hizo sentir que él también me quiere mucho.
Feliz cumpleaños TATA!!! (aunque no creo que se meta a Internet para poder leer esto, jiji)

Y ya van 5 meses...

Qué frustrante sensación la de no poder coordinar movimientos en un simple baile como el tango. Qué digo, es el baile más técnico y endemoniadamente complejo y bello a la vez.
Tan hermoso de admirar, pero tan desagradable mi percepción al ensuciarlo con cada paso mal dado, movimiento torpe, brusco o sin intensión, y lo que es peor, sentir que no le ofrezco a mi pareja de tango un momento agradable o placentero a través de este singular baile.
Me había hecho muchas espectativas sobre mi aprendizaje, ya que el referente de mis comienzos con la salsa me daba altas probabilidades de aprender rápido... sin embargo, esto aún no sucede y me desanima.
Es curioso ser una especie de 'cura Gatica', ya que por un lado mis ayudadas se quejan ante mí de lo difícil que les resulta dibujar un formato de dibujo sin que se manche o que queden las líneas limpias y con una valorización adecuada. Mi respuesta es: "están aprendiendo, no se les pide ni más ni menos que se entreguen a la ejercitación constante y que el hecho de enojarse no es válido ya que están estudiando algo por lo que optaron y nadie los obligó", es decir, asumir y apechugar con deseos de superar las dificultades disfrutando, porque es mediante este ritual (y muchos otros de igual o mayor rigor) por el que van a convertirse en lo que quieren.
Creo estar pasando por esa etapa de ira y odio contra mi propia persona, por pensar que en 5 meses ya debería estar bailando y no sólo marcando pasos, pero como dice Bárbara, el baile es una cosa de pareja y que ambos somos responsables del éxito de este emprendimiento.
En parte es cierto, pero la responsabilidad del que guía el tango es del hombre y la carga asociada a eso se hace cada vez más pesada con el paso de las clases.
Contamos con buenos profesores y un ambiente muy grato para disfrutar de este aprendizaje, y lo que es mejor, mi pareja de baile es sumamente comprensiva y me dice que se divierte aún cuando no nos estemos desplazando con 'glamour' en la pista.
Tengo altibajos y tiendo a desmotivarme fácilmente, pero ya me embarqué en un nuevo mes de clases con la esperanza de pulir aquellas rugosidades, proyectándome a un posible viaje a la cuna del tango y viéndome en la pista bailando con una mujer con 'don tajo' en la falda, entrelazando brazos y piernas con los compases porteños, asumiendo la actitud que solamente un tanguero posee, y por sobre todo, pensando en la ligereza de espíritu cuando el desafío ha sido conseguido.
Tal vez soy muy estricto y me autoevalúo constantemente, reprobándome a cada rato en vez de ver aquellos aspectos positivos que me liberen del estrés de las derrotas, y sabiendo que algo tan bello como el baile corresponde al aprendizaje ligado a aspectos más espaciales, en los cuales el cuerpo aprende sin una intervención de la conciencia a mi entender.
Ahora me doy cuenta que mientras bailo hago conciente todo lo que hago y le dejo poco espacio a mi cuerpo para que me guíe, un cuerpo que reacciona ante el ritmo y sobre todo a los efectos de una contraparte femenina que lo complementa paso a paso.
Otra opción puede ser tomarme una caipirinha antes de las clases, en una de esas mi conciencia se queda en la mesa mientras mi cuerpo hace de las suyas en la pista, jeje :)